Hacer reformas en el hogar, comprar un coche, financiar estudios, pagar deudas atrasadas…En definitiva, son varios los motivos para solicitar un préstamo, y es por ello que aquí te daremos algunos consejos útiles para que no tengas ningún problema al momento de pedir el dinero.

Plazos, mensualidades e intereses

Si es la primera vez que va a solicitar un préstamo, existen aspectos importantes como los plazos, mensualidades e intereses. El primero, en este caso, hace referencia al tiempo que tendrás para devolver por completo el total solicitado.

La mensualidad es la cuota que vas a abonar por mes, mientras que las tasas de interés es la renta que obtienen como ganancia las entidades financieras.

De este último aspecto, va a depender la cantidad de dinero que tendrás que abonar por el préstamo, por lo que vale la pena detallar los tipos de intereses en el próximo apartado.

Tipos de intereses

Entre los tipos de intereses, encontramos:

Variable

En estos casos, la entidad prestamista actualiza y revisa la cantidad de dinero que tendrás que abonar cada cierto tiempo.

Y es que el préstamo está sometido a los cambios en la tasa de interés, razón por la cual puedes beneficiarte si está a la baja o, por el contrario, perjudicarte si sube.

Fijo

Este tipo de interés se mantiene fijo durante el tiempo que dure el préstamo. El cálculo de las cuotas se hace en función de las tasas de los meses anteriores y tienen un plazo de amortización de entre 12 y 15 años.

Mixto

En estas situaciones, el total del préstamo se mantiene fijo durante los primeros años y luego será variable hasta su culminación.

Cabe destacar que el tipo de interés va a depender, principalmente, de la cantidad de dinero que necesites, el tiempo que dure y la entidad financiera a la que acudas.

Finalidad del préstamo

Al solicitar un préstamo, la mayoría de las entidades preguntarán en qué pretendes invertir el dinero, porque es una información que necesitan para aceptar o rechazar el pedido. No es igual hacer el trámite para comprar un coche que hacerlo para saldar deudas del pasado, por ejemplo.

Además, conocer estos datos le van a permitir a la entidad ofrecer opciones específicas, con condiciones y ventajas que se ajusten a tus necesidades.

No pidas más dinero del que necesitas

Muchas personas se ven tentadas de solicitar más dinero del que realmente necesitan y esto puede representar un problema para su devolución. Además, siempre debes tener presente que deberás pagar comisiones e intereses.

Solicitar préstamos a entidades bancarias

Si vas a solicitar un préstamo, debes tener mucho cuidado con los sitios que ofrecen “dinero rápido”, porque las condiciones e intereses suelen ser más elevadas que en las entidades bancarias.

La gran mayoría de estas plataformas o aplicaciones prestan dinero sin pedir garantías de pago, lo cual hace que sea asequibles para muchas personas que no pueden demostrar sus ingresos. Si lo vas a hacer en estos lugares, el consejo es que examines los términos para no llevarte sorpresas en un futuro.

Es cierto que, en muchos casos, los bancos son más burocráticos, por lo que el trámite se demora unos días. Pero es la mejor manera de obtener la liquidez que buscas y el proceso será más transparente.

Para muchos, la parte más complicada a la hora de solicitar un préstamo a un banco es demostrar su solvencia económica.

En este punto, cabe destacar que los trabajadores por cuenta ajena tienen que presentar su nómina y contrato de trabajo.

Mientras que los trabajadores autónomos deberán llevar facturas, extractos bancarios o algún otro tipo de documento que compruebe que podrá abonar las cuotas mensuales.