Aplicando conceptos y dinámicas propias del juego en el contexto de la financiación personal nos resultará mucho más fácil y “divertida” la ardua tarea de ahorrar.
La gamificación utiliza la predisposición natural humana hacia la competición y el juego para hacer menos aburridas ciertas tareas, en este caso, el ahorro, y obtener la satisfacción inmediata que necesitamos para motivarnos y conseguir nuestros objetivos.
¿Cómo hacerlo?
- Comparte tu reto: las ganas de conseguir tus objetivos serán mayores si se comparten.
- Recompensas inmediatas: punto clave para estar motivado. Piensa en un capricho que conseguirás si cumples tus objetivos. Los objetivos deben ser realistas a corto plazo y la recompensa, modesta (no hay que olvidar el objetivo que perseguimos).
- Establece reglas: cada vez que resistas la tentación de comprar algo innecesario, ponte «una medalla”. Cuando hayas conseguido, por ejemplo, diez, recibe un premio.
- Utiliza aplicaciones gratuitas que te ayudan a organizar tus gastos y ahorrar sin prescindir de esos caprichos que dan sabor a la vida.
- Reunifica tus deudas en una única cuota mensual y mejora tu situación económica ahorrando hasta un 60% al mes.
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