Existe socialmente una idea errónea y preconcebida de que las inversiones son operaciones económicas que están exclusivamente destinadas a personas con alto poder adquisitivo y muy complejas para quien solo maneja la economía doméstica, pero lo cierto es que las inversiones son accesibles a todo el mundo.

Ya desde pequeños nos enseñan el concepto del ahorro, y con nuestra primera hucha ya soñamos en qué invertiremos nuestro atesorado dinero. En la vida adulta, también, permanentemente nos encontramos en esta situación de incertidumbre, pero como vemos invertir es mucho más natural para las personas de lo que generalmente se cree.

Pero ¿Qué invertimos, y en qué? Las dos inversiones más comunes son capital, es decir dinero, o divisas y tiempo.

Si lo pensamos bien, también la inversión tiene un destino de ahorro, ya que en vez de gastar el dinero en el momento en bienes o servicios que pueden ser considerados superfluos, o los cuales no son necesarios en la actualidad, y muchas veces, se adquiere estos productos por el solo hecho de poseerlos en caso de que se llegaran a necesitar. Ya sabemos como acaba esta historia, miles de trastos olvidados por años en un rincón, muchos de ellos sin salir jamás de su empaque.
Ya lo decíamos con anterioridad, invertir es, en muchas formas ahorrar, y para entenderlo vayamos a comparar las finalidades del ahorro y de la inversión.

Se ahorra para adelante, para el futuro, se invierte para adelante también, para alcanzar un objetivo, que puede tener un plazo indeterminado o determinado, y en función de ello y de nuestros gastos e intereses dependerá el tipo de ahorro y/o inversión.

Es por esto que nuevos sistemas de inversión u ahorro son requeridos y aplicados en el mercado por distintas entidades bancarias, financieras e intermediarias, que tienen como objetivo brindar más acceso a la comunidad toda y simplificar los procesos de tramitación.

Generalmente hablar de inversión implica hablar de algún tipo de riesgo, luego de analizar más detenidamente, podemos afirmar que es hasta aún mejor invertir que ahorrar en la mayoría de los casos, porque si bien invertir implica un riesgo, guardar el dinero bajo el colchón también lo implica y sin embargo guardarlo bajo la cama, no genera intereses o beneficios en la medida que si los generan las inversiones a través de las cuales ahorramos e incluso podemos incrementar notablemente el dinero invertido.

¿Y cómo se hace el procedimiento para garantizar que sea 100% segura? ¿Y por qué otras entidades del mercado no suelen ofrecer los mismos beneficios?

En primera medida la empresa como ya lo dijimos intermedia entre los interesados, asesorándolos sobre las alternativas más adecuadas, y el capital privado que se invierta será utilizado por otro cliente como un préstamo que deberá estar avalado con una propiedad, hasta el límite del 30% del valor , por lo que aún ante el incumplimiento del solicitante del préstamo se posee un aval por el resto del valor de la propiedad, que se ha utilizado de garantía, y dado que existen todos los recaudos legales y garantías que avalan la seguridad del proceso, de una empresa registrada en el Ministerio de Sanidad y Consumo de España, que garantiza la legalidad de las operaciones realizadas en todo el país. Y al ser intermediaria contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, ya que además posee muchas menos exigencias para sus clientes, de las requeridas  para participar que una entidad bancaria que generalmente busca colocar otros productos crediticios innecesarios a los clientes desprevenidos.

Otra de las cuestiones que suele desalentar a muchos, también se basa en una falsa creencia y es que para invertir se requieren muchos requisitos y mucho dinero. Pero de nuevo este prejuicio, no puede estar más equivocado. Ya que la mayoría de las entidades solo exigen que los clientes sean mayores de edad, la inversión la determina el cliente con el experto asesoramiento de profesionales, y desde luego hay opciones para todos los intereses, gustos y bolsillos, a corto, mediano y largo plazo, o sin plazo definido entre las ofertas disponibles del mercado.